En San Juan de Dios entendemos la investigación como una parte de la misión de la Orden al querer dar respuesta a la mejora de la salud y el bienestar de las personas. Es decir, el objetivo es conocer y comprender mejor qué, cómo y porqué suceden ciertas situaciones en el ámbito de la salud o en el ámbito social para poder dar respuestas que redunden en beneficio de estas personas, sus familias y la sociedad en general.
La ciencia se basa en un insaciable deseo de conocer y comprender. En nuestro caso, la investigación biomédica que se desarrolla en nuestros centros, es una investigación traslacional. Esta investigación pretende acercar los investigadores básicos y clínicos para que de forma conjunta y colaborativa, puedan avanzar de forma más rápida hacia nuevas respuestas. De esta forma, los grupos clínicos giran alrededor de un centro sanitario u hospital y de las personas enfermas que allí se encuentran. En este sentido San Juan de Dios quiere esta proximidad con el paciente y con sus familias y que los resultados que se obtengan puedan trasladarse a la sociedad consiguiendo la mejora de la salud y el bienestar de las personas.
La investigación biomédica representa más del 90% de la investigación que se realiza en los centros de San Juan de Dios y se centra fundamentalmente en la investigación en el ámbito pediátrico y en la salud mental. No obstante, y cada vez más, nuestros centros sociales vislumbran como necesaria la investigación social. La situación social actual exige un mayor conocimiento sobre determinados aspectos y fenómenos de nuestra realidad. Esta investigación puede ser un factor esencial de transformación de la sociedad e instrumento para una sociedad más justa.
Pero para llevar a cabo estas investigaciones también necesitamos creatividad, clave en toda investigación, para buscar soluciones a problemas y para establecer relaciones originales, proponer hipótesis, inventar, crear o diseñar proyectos, programas, modelos, teorías, métodos o protocolos.
Hace unos 500 años San Juan de Dios ya fue un importante emprendedor que asumiendo riesgos puso en marcha un nuevo e innovador servicio de atención a necesitados. Esa semilla ha culminado en una organización con cultura propia, con valores que se comparten, fluyen, permanecen y se transmiten. Valores transversales como los que nos representan y que favorecen la innovación deben situarse en un marco de compromiso, disciplina y responsabilidad. La innovación debe ser comprometida y a largo plazo para que dé sus frutos. Y este compromiso de la Orden Hospitalaria con la innovación y el emprendimiento que existe en nuestro ADN servirá para mejorar la vida de las personas que atendemos.