"Si dejas de pedalear, te acabas cayendo de la bicicleta"

¿Cuáles son esas seis áreas prioritarias que establece el proyecto ROAMER?
Investigar para prevenir y tratar los trastornos mentales en niños y adolescentes, buscar los mecanismos causales de dichos trastornos, utilizar las nuevas tecnologías para que los tratamientos lleguen a todo el mundo, involucrar en la investigación a pacientes y familiares para que aporten sus conocimientos, determinar la calidad de los servicios que ofrecemos en salud mental y favorecer la existencia de redes de investigación para poder realizar proyectos más ambiciosos.
¿Con qué tres adjetivos calificaría el proyecto ROAMER?
Es un proyecto colaborativo porque se ha podido agrupar a todos los grupos de interés implicados en el ámbito de la salud mental (clínicos, investigadores, pacientes, familiares y políticos); innovador por el origen tan diferente de los participantes; y necesario porque los trastornos mentales tienen un impacto cada vez mayor en la población. La depresión, por ejemplo, es la segunda causa de discapacidad en el mundo. Además, sólo el 6% del presupuesto de investigación en salud se destina a la salud mental.
¿Y por qué cree que la inversión es tan baja?
Por el estigma vinculado a las patologías mentales; por la creencia, bajo mi punto de vista equívoca, de que la investigación en salud mental no da resultados; y por el enfoque de algunas teorías sobre la salud mental como el psicoanálisis, por ejemplo, que no apuesta por la investigación. A nivel de inversión estamos muy por detrás de lo que nos tocaría.
¿Cómo participa el Parc Sanitari Sant Joan de Déu en el proyecto ROAMER?
Somos los coordinadores del mismo y hemos participado con un amplio número de profesionales. Tanto investigadores elegidos por su factor de impacto como profesionales que están presentes en entidades y asociaciones nacionales e internacionales.
¿En qué punto se encuentra ahora mismo el proyecto?
Está finalizado y la hoja de ruta diseñada. Además, recientemente hemos publicado un artículo en la revista Lancet Psychiatry y enviado el informe a la Comisión Europea. De hecho, la primera de las seis prioridades establecidas ya se ha incorporado en la primera convocatoria. Ahora tenemos que trabajar para ver cómo darle continuidad y así poder avanzar en la investigación en salud mental.
Sandra Moya
Comunicación PSSJD