"Creer en el futuro de la Orden desde el camino conjunto para hacer más viva e intensa la Hospitalidad"

La palabra futuro es la que me hizo experimentar el gran compromiso y responsabilidad que tenía para aportar como colaboradora, en éste momento histórico de la Orden en España, pero también la primera palabra que sale de mi corazón es de agradecimiento por haberme permitido compartir con los Hermanos y personas Colaboradoras de España ésta experiencia vivida en el precioso entorno del El Escorial (Madrid).
Agradecida por muchas cosas que no es posible describirlas todas, pero entre ellas por haber podido vivir esta experiencia y por abrirnos a los colaboradores las puertas de algo tan propio de los Hermanos cómo es su Capitulo. Realmente ha sido entrar en su casa, en sus inquietudes, esperanzas, entrar en su proceso de discernimiento.
Toda esta experiencia ha sido de nuevo una posibilidad más de experimentar de cerca los valores, he sentido muy de cerca la Hospitalidad: me he siento acogida en todas mis dimensiones, aceptándome como soy y con lo que soy, con mis certezas y mis incertidumbres, con la humilde vivencia de Hospitalidad de mi 17 años de camino en la Orden en el ámbito social. Ha sido la experiencia global e integradora de todas las personas colaboradoras que hemos participado. Esta experiencia ha estado llena de escucha, de dialogo, de espacios de participación activa, de libertad para expresar las ideas, los propósitos, las inquietudes. Ha estado llena también de momentos de encuentro informales para el humor, la sonrisa, de espacios de compartir con otros colaboradores las diferentes realidades de cómo se desarrolla la Hospitalidad en España y todo en un clima de serenidad y respeto y en un ambiente de fraternidad.
He experimentado la calidad, las propuestas eran exquisitas para buscar lo mejor para seguir haciendo crecer la Hospitalidad en las obras, en los colaboradores, en los Hermanos, en las personas más vulnerables de la sociedad, buscando lo mejor, la excelencia en el estilo, poniendo los instrumentos en la dirección adecuada.
La espiritualidad vivida cada día desde la trascendencia, de sabernos en manos de algo más que nosotros mismos, de confianza en las personas que desde la experiencia y oración buscaría las decisiones más acertadas y dejaríamos que el espíritu fuera quien tomara la iniciativa. Desde el corazón, las creencias, en la oración y eucaristías compartidas se nos acercaba a la esencia de Juan de Dios, a su gran compromiso y proyecto de vida que fue seguir a Jesús de Nazareth. En la oración personal en los momentos donde el discernimiento tomaba mucha más intensidad.
La responsabilidad vivida desde las valoraciones certeras de que ir hacia el futuro es comprometerse con la pluralidad, con la generosidad, con la unión pero no con la uniformidad, es comprometerse con las personas más vulnerables socialmente y desde la enfermedad que sufren en nuestra sociedad, como lo hacía Juan de Dios y eso es dar un paso firme y con audacia por lo que más sufren y vivificar y seguir impulsando la Hospitalidad.
La experiencia del Capítulo se resume en un Gracias Hermanos por vuestra generosidad, por abrirme las puertas de vivir esta oportunidad para reflexionar juntos sobre el Futuro y darme la intensa oportunidad de estos días de crecer en lo humano y en lo profesional, de sentirme parte como familia juandediana y como compromiso en la misión compartida y creer en el futuro de la Orden desde el camino conjunto para hacer más viva e intensa la Hospitalidad en España. Porque la Hospitalidad es actual, porque “se relaciona con la gente y es un fenómeno de la vida” y como tal, un camino de transformación social.